En el Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBIS) trabajan Victoria Bonilla y Viviana Sánchez, destacadas investigadoras colombianas que se desempeñan en equipos multidisciplinares en un centro de alto nivel asistencial, docente e investigador, perteneciente al Hospital Universitario Virgen del Rocío, cuyas líneas de trabajo se enfocan a la investigación a nivel molecular o celular con el objetivo de la transferencia inmediata de los conocimientos a la realidad clínica.

Dos trayectorias, una investigadora senior y otra junior, que comparten profesión, nacionalidad, lugar de trabajo y la pasión que sienten por la investigación.

 

Victoria Eugenia Bonilla Henao, es una caleña, bióloga de la Universidad del Valle, que reside en Sevilla, España, desde hace 14 años. Tras su llegada a esta ciudad, de la que destaca la receptividad de su gente, cursó un doctorado que le permitió incorporarse rápidamente al mundo de la investigación biomédica.

 

En IBIS participa en investigaciones sobre el Parkinson y terapia celular. Ha realizado numerosas publicaciones científicas y su grupo ha sido ampliamente reconocido en el mundo científico, lo que les ha permitido obtener amplia financiación de la Unión Europea.

 

Uno de sus primeros trabajos publicados a nivel internacional se enfocó en el síndrome X-frágil, un tipo de autismo generado por un fallo en el cromosoma X. En su investigación logró describir cómo, con terapia génica, este cromosoma empezaba a funcionar bien. Actualmente, su equipo adelanta una investigación sobre el cuerpo carotideo: en ella se tiene el objetivo de identificar la sensibilidad de oxígeno en el cuerpo, buscando disponer, a través de células madre, de una alternativa de tratamiento al Parkinson.

 

Viviana Sanchez Encinales, es una bióloga de la Universidad del Tolima, nacida en el Espinal y criada en Venadillo. Llegó a España hace 5 años a donde llegó con el fin de realizar su doctorado.

 

Desde joven admiró a otro investigador tolimense, el reconocido Manuel Elkin Patarroyo; siempre soñó ser como él y aportar conocimientos a la investigación médica. Pensó en estudiar medicina pero los cupos en las universidades públicas son muy reñidos, así que empezó a estudiar biología para luego cambiarse, pero pronto se dio cuenta que realmente gustaba de ésta ciencia y más cuando empezó a enfocarse a la investigación. En Colombia trabajó en la Universidad del Tolima, como técnica de apoyo a la investigación en un grupo de investigadores en parasitología. Para desarrollar su carrera se trasladó a Bogotá y se desempeñó en diagnóstico clínico con el doctor Humberto Ossa, estandarizando pruebas para identificar microrganismos causantes de enfermedades infecciosas que, por ese entonces, no se realizaba en Colombia.

 

Actualmente en IBIS hace parte de un equipo de investigación, de diversas nacionalidades, en el que se estudian los problemas que tienen los hospitales en enfermedades infecciosas nosocomiales y, mejorando el tratamiento de las infecciones con el uso de antibióticos y con el diseño de nuevas moléculas para evitar la aparición de cepas bacterianas resistentes a esos antibióticos. Viviana destaca que, desde su trabajo, contribuye a la buena imagen de Colombia, rompiendo con los prejuicios que existen en parte de la población española, sobre los trabajos que puede realizar una mujer migrante joven: “Al dar a conocer mi trabajo de investigadora, muestro una imagen diferente de Colombia”.

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