Enviado por admin el Vie, 01/08/2014 - 09:24
Nombre autor

Luz Fay Motta Lizarazo

Descripcion del autor

Terapeuta Ocupacional egresada de la Universidad Nacional de Colombia, radicada en Quito, cuyo ejercicio profesional ha estado enfocado en la prevención, promoción y remediación en el área infantil, de población sin o en situación de discapacidad; específicamente el abordaje de las necesidades especiales de niños y niñas en sus procesos de desarrollo y aprendizaje. Durante años ha asesorado y desarrollado proyectos de apoyo terapéutico en el contexto clínico y escolar de instituciones reconocidas. De igual manera ha desarrollado programas de atención directa al infante en situación de riesgo escolar en la práctica de consulta privada, brindando apoyo de manera directa e indirecta a la institución escolar donde se desempeña el niño, a la familia como principal fuente de apoyo en el proceso de trabajo terapéutico y demás profesionales del equipo interdiciplinario.

Desde niñ@s aprendemos que tenemos cinco sentidos: vista, oído, gusto, tacto y olfato. Sin embargo, contamos con otros sentidos que son importantes y no se incluyen en la lista. La conciencia de nuestra posición corporal o “propiocepción” y la seguridad gravitacional “sistema vestibular”. La integración sensorial es parte importante del desarrollo evolutivo y la función que tiene con el aprendizaje, la conducta, el lenguaje y las actividades de la vida diaria del niño y la niña. 

 

La integración sensorial es "la organización de sensaciones para su uso y fluyen al cerebro como arroyos a un lago… es el tipo de procesamiento sensorial más importante, ya que organiza todas las sensaciones. El cerebro con un adecuado procesamiento sensorial localiza, clasifica y ordena dichas sensaciones tal como un policía dirige el tráfico…” (Ayres, 1998). De esta manera podemos entender que la integración sensorial es la habilidad de recibir, separar y organizar información del cuerpo y del mundo que nos rodea. Nosotros aprendemos y entendemos el mundo a través de nuestros sentidos, cuando no hay un adecuado procesamiento sensorial, las dificultades del desarrollo infantil limitan la participación en las actividades y ocupaciones propias de su edad. Por ello es importante que como padres, cuidadores, o maestros, desde la primera infancia y a lo largo de la vida promovamos actividades que favorezcan dicha interacción.

 

“Tacto y presión profunda”: Juguemos a pintar con los dedos o usar otras pinturas, abrazar fuertemente, hacer artesanías o trabajos de arte con materiales de diferentes texturas, masajes con o sin loción, aceites, cepillos, jugar con crema o espuma, acariciar un perro, un gato, u otro animal, jugar con agua de diferentes temperaturas, cocinemos, galletas, pizza, postre juguemos a disfrazarnos, jugar al sándwich con dos almohadas, jugar con arena, Sentarse en el sol o en la sombra, Jugar con plastilina, barro (cerámica) o pasta para modelar. Jugar con animales de peluche, Llenar una caja o contenedor con arroz, fríjoles, u otras cosas, ayudar con el jardín, usar juguetes o cosas que vibran: lapiceros, cepillo de dientes, rebotar, saltar, empujar, halar, pegar, aplastar, arrojar, golpear, colgarse de cabeza, empujar un cochecito de bebé o un carrito de compras, jugar con una pelota pesada, montarse en un balón saltarín, subir escaleras, marchar llevando objetos pesados, etc.

 

“Movimiento”: Mecer al niñ@ en un caballito o en una mecedora, jugar en el columpio, usar los pasamanos, gatear de pies u manos, arrastrarse tipo comando, caminar por diferentes senderos, correr, subir y bajar escaleras, saltar en trampolín, saltar lazo, saltar obstáculos, bailar, montar en triciclo, o bicicleta, montar en patineta/skateboard, nadar, patinar, jugar golosa, jugar en la naturaleza; ejemplo: rodar cuesta abajo, escalar, etc. jugar en un parque de juegos.

 

“Percepción auditiva”: Escuchar la música favorita, escuchar diferentes clases de música: para relajarse o para promover el estado de alerta, juguemos a la orquesta con ollas y cacerolas, escuchar los sonidos de la naturaleza (afuera), cantar, tararear, soplar silbatos, imitar y seguir ritmos, ir a conciertos.

 

“Percepción Visual”: Observar la naturaleza: acuarios, el mar, la granja, etc., mirar laminas y dibujos en libros, ver películas en diferentes formatos, Hacer juegos y actividades que ayuden al desarrollo de las habilidades visuales como: colorear mándalas, sopa de letras, conectar puntos, etc.

 

“Olfato y Gusto”: Explorar esencias diferentes; oler flores, hierbas y condimentos, jugar a adivinar olores, explorar sabores: dulces, salados, ácidos, agrios, picantes, comer comidas diferentes: calientes, frías, congeladas, chupar una paleta, comer alimentos tostados como pretzels, mascar chicle, u otra clase de alimentos que promuevan la masticación como gomitas o una clase de pan, etc.

 

Es el momento propicio para la motivación, la participación activa en el juego, la exploración, las relaciones afectivas en familia y la práctica de habilidades, así permitiremos al niñ@ conocerse mejor e interactuar con su ambiente de manera más eficaz y satisfactoria.  Nuestra invitación es a que seamos facilitadores en la adquisición de hábitos positivos para una vida saludable y feliz.