Los cubanos tienen el Parque del Dominó en La Pequeña Habana. Los nicaragüenses su Parque Rubén Darío en Sweetwater. Y pronto los colombianos tendrán una Plaza Colombia en West Kendall.
Este monumento es otro ejemplo del arraigo y la influencia de la comunidad colombiana en la fibra social y política del sur de la Florida. Su creciente presencia es evidente más allá de las estadísticas, aunque en los últimos años han sobrepasado a los nicaragüenses como el segundo grupo hispano en la región después de los cubanos.
Analistas políticos y candidatos en las recientes elecciones observaban de cerca a los votantes colombianos, particularmente en el Distrito 25, que incluye a West Kendall. Ambos candidatos cubanoamericanos a ese escaño en el Congreso federal hicieron grandes esfuerzos para ganar el apoyo de este grupo que participa cada vez más en las elecciones.
Falta mucho para que los colombianos lleguen al nivel de los cubanos, que dominan la vida política del sur de la Florida. Solamente un colombiano, el republicano Juan Zapata, ha logrado llegar a la Cámara estatal. Mientras tanto, otros como la demócrata Annette Tadeo han perdido en sus campañas para el Congreso federal y la Comisión del Condado de Miami-Dade.
"Yo creo que ya estamos en eso, abriendo una ventana a esa posibilidad'', dijo Diego Chaparro, un colombiano que vive en West Kendall a pocas millas de donde se está construyendo la nueva plaza. "Ya es cuestión de que haya más representación de los colombianos''.
Es difícil medir su influencia política, aunque organizaciones comunitarias han dicho que hay más de 40,000 votantes de origen colombiano en el área.
Pero en muchos aspectos se hace visible cómo los colombianos de Miami se diferencian de otras comunidades hispanas, así como de sus compatriotas en el resto de Estados Unidos.
Primero, la ciudadanía, porque sin ella no hay voto. Un 58 por ciento de las personas de origen colombiano en la región son ciudadanos, según proyecciones basadas en encuestas de la Oficina del Censo del 2006 al 2008.
En cambio, en la comunidad nicaragüense, de tamaño comparable, sólo 53 por ciento ha logrado la ciudadanía.
Otra medida es el nivel de educación, que puede indicar la inclinación para votar igual que el estatus económico. El 77 por ciento de los colombianos mayores de 25 años ha concluido sus estudios de secundaria, en contraste con 71 por ciento de los cubanos y 69 por ciento de los nicaragüenses.
Para varios académicos, esto indica que los inmigrantes colombianos en Miami vienen mayormente de las clases medias y altas con mayor probabilidad de votar.
"Es un sector de la población que viene de ciertos sectores sociales, que ya tenían un nivel alto en Colombia y que tenían cierta influencia política'', explicó Ana María Bidegain, directora del Instituto de Estudios Colombianos en la Universidad Internacional de la Florida (FIU).
A nivel local, la votación de más de 20,000 colombianos en la Florida significó una participación considerablemente mayor a la de otras partes de Estados Unidos.
Constituyendo el 39 por ciento de todos los votantes colombianos en Estados Unidos, los residentes en el estado suman el 45 por ciento de los votos en las elecciones presidenciales colombianas.
"El colombiano participa mucho en las elecciones, al menos con todos los que yo hablo'', dijo Arturo López, dueño de la cadena local de restaurantes Monserrate. "Y muchos de ellos me piden consejos de por quién votar, tanto aquí como en Colombia''.
La capacidad de los colombianos en el exterior para participar en las elecciones y elegir un miembro a la legislatura de su país es única entre las comunidades hispanas.
"Es una situación muy distinta'', dijo Bidegain. "Los colombianos han estado mucho más preocupados con lo que sucede en Colombia, con lo cual pueden intervenir hasta políticamente''.
Pero Zapata, el representante estatal colombiano, dijo que le parece que a la comunidad colombiana le interesa más lo que pasa en su país natal que en Estados Unidos.
"Son muy activos cuando el tema es las elecciones en Colombia, pero aquí participan poco'', dijo. "Por ejemplo, cuando estaba recaudando donaciones durante mi última campaña, solamente unos $10,000 de los $340,000 que recaudé eran de donantes colombianos''.
Anita Herrero, colombiana residente de la zona de Fontainebleau al oeste de Miami, dijo que escucha a Radio Caracol, lee los periódicos colombianos por la internet y viaja de visita a su país cuando puede. Pero eso no le quita el interés en la política local.
"Voy a muchos eventos políticos aquí en Estados Unidos'', dijo. "Voto en ambos países. Añoro a Colombia, pero también amo a este país''.
En cierto modo, la Plaza Colombia en el Parque Westwind expresará en los próximos meses ese amor a ambas naciones, dijo José Luis Castillo, quien encabeza la Coalición Colombo Americana en Miami.
En el área de la plaza, cuyo suelo representa un mapa de Colombia, habrá tres banderas: las de Estados Unidos, Colombia y Florida. El proyecto está financiado con donaciones privadas y el Condado de Miami-Dade cedió el terreno.
"Hay que finalmente reconocer a nuestra cultura y patrimonio'', dijo Castillo. ‘‘Será un lugar nuestro''.

Fuente

El Nuevo Herald