Me llamo Daniel Bishop, nací y viví en Bogotá hasta que terminé colegio. Hace diez años vivo en Australia, principalmente en Canberra, la capital, aunque pasé unos meses estudiando un post grado en Sídney. Vine a estudiar diseño industrial, con las vueltas de la vida ahora trabajo en el área de diseño de servicios para el gobierno.
Para mí, migrar a Australia fue más fácil de lo que llegué a pensar, gracias a que ya tenía familia viviendo acá en Canberra, entre ellos mi papá que es de acá. Antes de viajar, me dediqué en Colombia a buscar detalladamente el estudio que quería realizar y la Universidad más idónea. Encontré la universidad y el curso que quería estudiar por internet, me comuniqué con mi familia australiana, y me vine a vivir con ellos inicialmente.
El día que llegué a Canberra, estaba nevando y la temperatura estaba a - 10 grados. Pensé que jamás me adaptaría a un lugar tan frio, pero cuando llegó el verano y la temperatura subió hasta los 45 grados a la sombra, el invierno ya no parece tan grave. Aun así, es fácil reconciliar los extremos de calor y frio, viviendo a una hora de algunas de las mejores playas del mundo, hacia el este, y sitios de esquiar en la nieve hacia el oeste.
A pesar de tener familia australiana y haber crecido hablando inglés y español, es muy interesante encontrar las diferencias culturales entre los dos países. En Australia la gente es amigable, aunque inicialmente son distantes, a diferencia de lo que sucede en Colombia. A pesar de no tener una identidad cultural tan fuerte como en Colombia, la gente se interesa mucho por participar y entender culturas de otros países. Siempre están atentos a escuchar y conocer más sobre nuestro país. En general, hay un gran sentido de respeto por las diferencias culturales y personales, lo cual se ve reflejado también en la organización y la tranquilidad con la que vive la gente.
Australia es uno de los países más caros del mundo, sin embargo, hay muchas oportunidades laborales. Siendo un país tan grande, pero con solo la mitad de la población colombiana, es un sitio con economía y oportunidades muy interesantes, y con buenas condiciones para los trabajadores en todas las áreas.
Acá, la mayoría de personas dejan de vivir con sus padres entre los 18 y 21 años y se van a alquilar casas con amigos, con quienes comparten hasta comenzar sus propias familias. Pese a que el precio de inmuebles se está elevando rápidamente, especialmente en las ciudades grandes, el alquiler de casa es más y más común.
Sobra resaltar que hay una cantidad de cosas muy interesantes para ver en Australia. Pero lo que más atrajo mi espíritu aventurero fue poder tener un carro, y tener la libertad de ir a cualquier lugar del país, a cualquier hora, con seguridad. Hace algunos años atravesé el país de oriente a occidente con amigos, completando los 4,000 kilómetros en menos de 38 horas, parando solamente a llenar el tanque de gasolina. Lo hicimos para romper un record de tiempo en atravesar el continente. Claro está que hubiera sido difícil lograr esto si hubiéramos encontrados piqueteaderos y arepas a lo largo del trayecto.
Si bien Sídney es espectacular y Melbourne es muy bonito, la verdadera belleza está en explorar por fuera de las grandes ciudades, viñedos espectaculares en el sur, la gran barrera de arrecife en el norte, y las islas de arena blanca en océano cristalino color verde. Las playas entre Sídney y Melbourne, y las grandes planicies desérticas en la mitad del país. Todas estas son vistas asombrosas. Y a pesar de que pueden probar el Canguro y el Cocodrilo, la comida típica de Australia es en realidad probar la variedad de comidas y tradiciones de todas partes del mundo – desde comida India y Asiática, hasta platos Africanos y Europeos.
Claro está, que me hace falta mi país. La comida colombiana, y la gran variedad de paisajes y climas hacen que Colombia sea un destino espectacular. Afortunadamente, cada vez hay más comida latinoamericana en Australia, y ojalá pronto aparezca un puesto de comida Colombiana cerca de mi trabajo!. Aunque para ser honesto, cada vez que visito Colombia, me dan más ganas me dan de quedarme.
Las historias publicadas no representan una posición del Ministerio de Relaciones Exteriores, ni del Programa Colombia Nos Une, y obedecen únicamente a percepciones propias del autor.
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