
El Festival Nacional de la Música Colombiana llega a su 28ª edición y continúa fomentando las manifestaciones del interior del país. Marzo es el mes emblemático de la música andina colombiana. La razón fundamental de que sea así está ligada a dos apellidos que la historia se ha encargado de unir casi por inercia: Garzón y Collazos. Estos dos personajes, Darío Garzón Charry y Eduardo Collazos Varón, juntaron sus talentos para la interpretación de las manifestaciones del interior del país en 1938 y su carrera como conjunto se extendió hasta 1977. La repercusión del trabajo elaborado por este dueto fue tan significativa que el 21 de marzo de 1987, justo un año después del deceso del maestro Darío Garzón Charry, se creó en Ibagué el Festival Nacional de la Música Colombiana. La capital del departamento del Tolima siempre fue el eje temático de estos artistas, que extendieron su radio de acción hacia Huila, Valle, Boyacá, el Eje Cafetero y Santander. Por eso el evento echó raíces allí y después de 28 ediciones continúa evolucionando sin perder su esencia y sin permitir el acceso de manifestaciones que, según sus organizadores, podrían atentar contra su pureza. Durante los dos primeros años, las actividades programadas como parte de la propuesta artística del Festival Nacional de Música Colombiana se cumplieron en el cementerio San Bonifacio. El desfile musical de duetos, tríos, cuartetos y corales, con una masiva participación de representantes departamentales, superaba el estimado de 100 músicos que se ubicaban alrededor de las tumbas de Garzón y Collazos para rendirle tributo al dúo. De esta manera, Ibagué se consolidó como la Capital Musical de Colombia, título que ostenta hasta nuestros días. En 1990 el evento se hizo extensivo a la Concha Acústica Garzón y Collazos, entró en sintonía con la denominada Tradicional Noche Tolimense y creó el Concurso de Duetos, que definitivamente le dio al certamen el tinte nacional que tanto esperaba tener. Para los admiradores fieles de las tradiciones, el certamen es el momento para disfrutar de una costumbre folclórica y por eso en 2003 fue declarado Patrimonio Cultural y Artístico de la Nación. Los componentes más relevantes del evento son: el Concurso Nacional de Duetos “Príncipe de la Canción”, que llega a su vigésima edición, y el Concurso Nacional de Composición “Leonor Buenaventura”, que a lo largo de 17 años ha estimulado la creación de temas inéditos por autores profesionales y aficionados. En esta oportunidad, el homenajeado del festival en Ibagué será el compositor vallecaucano Luis María Lucho Vergara Gómez, quien aprendió a tocar el tiple y la guitarra en su adolescencia y a partir de entonces ha desarrollado una carrera muy fructífera.Suena la región andina colombiana en la Capital Musical del país.
El Espectador