En un mundo donde las fronteras parecen desdibujarse, donde los sueños llevan alas y la esperanza surca océanos, en las alquimias del tiempo y el espacio, se ha forjado un día de resonancias especiales: el 10 de octubre, día donde los puentes entre fronteras se tiñen de un azul más profundo, donde los latidos de la patria se encuentran dispersos por el mundo y sin embargo, laten como uno solo. En este día, la Ley 1999 de 2019 proclama el Día Nacional del Colombiano Migrante, una partitura de notas viajeras y desafiantes.
Entre el 9 y el 13 de octubre, un rincón especial del Edificio Nuevo del Congreso de la República será iluminado por 'Mirando Al Borde', una exposición fotográfica que se erige como un espejo donde los exilios se contemplan, donde las travesías se transforman en imágenes de un drama que no tiene fronteras.
Colombia Nos Une y la Circunscripción Internacional, en este capítulo de realismo mágico, entrelazan sus narrativas. Cada fotografía, una puerta a mundos inexplorados; cada gesto capturado, una poesía de itinerancia. Estas imágenes son ventanas que se abren al alma migrante, con su polifonía de sueños y nostalgias, llevando el país en su mochila por senderos ignotos.
Que esta exposición sea un libro de espejos que nos muestre que, en cada reflejo, late el espíritu inquebrantable de Colombia. Que cada fotografía nos hable de un país que, aún lejos, se siente cerca. En esta celebración, recordemos que la diáspora es una forma de ser y estar, una melodía enriquecida por cada nota humana que busca un hogar más allá de sus orillas.